El ego es cabrón...

Está será quizá la entrada menos leída de mi blog. La que menos les interese o la que les valga madre, pero si algo puedo asegurar, es que es la más honesta de todas al día de hoy.

Si son seguidores de todas las pendejadas que escribo, se darán cuenta de que hace 1 mes que no hay publicaciones nuevas, al menos en este blog, porque he seguido publicando columnas en Boy4ME, pero creo que después de estas semanas es justo y necesario que les diga por qué es que he decidido no escribir más.

La verdad detrás de todo es que no hay culpa que no sea mía. Sí, existe algo llamado el “bloqueo del escritor”, que aunque parezca sencillo, no lo es, y es que lograr cautivar a tus lectores cada semana con algo diferente no ha sido una tarea nada fácil. Si algo he venido haciendo todo este tiempo, ha sido hablar con la neta, sin importarme si me expongo, si cuento mis experiencias personales así esté abriendo una parte de mí que no es sencilla de contar. Creo que eso ha sido parte del “éxito” de este blog, el que todos puedan identificarse de una u otra manera con lo que les estoy contando.

El punto es, verán, que el ego a veces es demasiado cabrón, y se interpone muy grueso ante la pasión y el deseo. Yo, por ejemplo, tengo la completa certeza de que vine a este mundo a escribir, a contar historias a través de las palabras, a enganchar a otras personas tan sólo con el poder de la literatura. Siempre lo he creído, y es ahora cuando estoy más convencido de ello, el punto es que existen esos momentos en la vida en los que uno puede llegar a perder el piso con tan poco, en los que se olvida de todo eso en lo que cree, de todas esas cosas que lo hacen ser quien es, esos momentos en los que lo poco que ha hecho han llegado a tanta gente que de repente no sabes cómo lidiar con ello.

Nunca quise ser ejemplo a seguir de nadie, jamás fue mi intención que se pensara que tengo las respuestas a cada problema que existe en una relación amorosa, porque si algo he dicho siempre es que no es así, si puedo etiquetar mis columnas de alguna manera, sería diciendo que escribo desde el punto de vista de alguien que ha fracasado una y otra vez en ese difícil campo del amor. No al contrario.

Es muy curioso cómo nos es tan fácil expresar algo escribiéndolo que a través de las palabras, quizá eso es por lo que elegimos ser escritores, ¿no? Iré al punto, ¿por qué elegí no escribir más? Porque yo mismo me vendí, vendí mis ideas, mi mente, mis creencias a algo que no es completamente lo que quiero hacer. No me confundan, escribir todas las columnas que se han publicado hasta hoy han sido una forma excelente de sacar tanto que tengo dentro, las he sentido, vivido y expresado de la forma correcta, pero hablar de relaciones amorosas no es todo lo que soy, y definitivamente no es todo lo que quiero ser. Es tan simple como que me di cuenta de que cada que tocaba temas referentes al amor, había más interés por parte de los lectores, más visitas, más likes y comentarios. Y es ahí cuando uno se puede llegar a perder… porque la adicción al reconocimiento es cabrona, y de ser un escritor al que sólo le interesa ser leído, puedes pasar a ser uno al que sólo le importa cuántas personas lo leen.

El estrés y la presión que existe detrás de cada publicación, es mucho. Así como existe una semana para trabajar en el tema, esa misma semana es de ansiedad, inquietud y miles de ideas más que sólo desembocan en el nervio de saber si funcionará o no, si tendrá mayor o menor éxito que las anteriores. La verdad es que no creo que se imaginen lo que eso implica una vez que un blog que empezó como algo simple se convirtió en un sitio viral con cientos y cientos de visitas al día. ¿Cómo le hacen los bloggers famosos para lidiar con ello y seguir publicando? No lo sé, y no quiero saberlo, porque al menos en mi punto de vista lo que han venido haciendo es una mierda y me apena un poco que la gente celebre cada cosa que hacen sin siquiera valorar si es bueno o no.

Les voy a ser completamente honesto, no quiero caer en eso, no quiero vender el que yo creo que es mi único talento, no quiero escribir lo que todos quieren leer ni ir a lo seguro, me rehúso a ser uno más del montón que lo que vende es sólo morbo y superficialidad, porque si algo creo que me ha caracterizado hasta el día de hoy, es el hecho de poder escribir cosas con las que todos se puedan identificar, no sólo las mujeres, los hombres, los gays o heterosexuales, y así quiero que siga mi camino.

Me he sentido tan presionado por escribir correctamente, por escribir algo que les gustara, que me he olvidado de escribir de lo que a mí me gusta, como a mí me apasiona. Que no quiere decir que no vaya a seguir hablando de relaciones o de amor, que a fin de cuentas es un tema con el que día a día sigo lidiando, a lo que me refiero es a que no quiero que eso sea todo, porque hay mucho más detrás de eso, porque si un día quiero escribir narrativa, o cualquier simple pendejada acerca de mi día, quiero sentirme con la pasión y la libertad de hacerlo sin preocuparme por las visitas o los likes que vaya a tener.

Dicho esto, los invito a seguirme leyendo, y si no sienten que pueda ser lo suyo, los invito también a seguir entonces su búsqueda por otros blogs hasta encontrar alguno con el que se identifiquen. Lo que les puedo asegurar es que de ahora en adelante verán mucho más de mí, de mi mente, de mi persona, del cabrón real. Y lo más importante de todo, del escritor que soy, aquél que escribe por pasión, no por gustarle a nadie, no el que escribe por likes o shares, sino alguien real, que les escribe única y exclusivamente por compartir algo, esperando que de corazón puedan llegar a identificarse o no.

Muchas gracias a todos por un excelente 2013 en el que mi nombre se puso en la marquesina sin que yo siquiera lo esperara, espero que en 2014 sigan leyéndome pero ahora por mejores motivos, no sólo por morbo y superficialidad, que, les aseguro, no son palabras que puedan describirme.

¡Feliz 2014 banda!