¿Y si no eres tú?
Han pasado ya 23 meses desde que mi novio y yo estamos juntos, 20 de ellos compartiendo el mismo departamento, la misma cama y la vida misma. Y entre más se acerca la fecha de nuestro segundo aniversario, también se acerca mi cumpleaños número 32; estúpido sería negar que ambas cosas me ponen nervioso, llenándome la mente de preguntas y llevándome a una incontrolable búsqueda de respuestas sin sentido, o de sentidos sin respuesta. Mi ansiedad se calma con Clonazepam, pero mi mente obsesiva encuentra la forma de seguir cuestionando todo aún en un estado relajado. Y sea la razón la crisis de los treintas que apenas me está pegando, la rutina en la que mi relación ha caído, o la combinación de ambas, el punto es que he estado aprendiendo que el tiempo no se detiene y que la importancia que tiene tanto cada una de nuestras acciones como de nuestras palabras es masiva. Cuando cumplí 30 recién había empezado a salir con el hermoso gringo con el que ahora tengo el placer de compa