Woman...
Estos días soy una mujer. Lo diré así, por primera vez en mi vida me siento una mujer. Y antes de que se hagan ideas extrañas y empiecen a hablar de la cuarta letra descriptiva de las siglas de la diversidad sexual o pregunten si pienso cambiar de sexo, déjenme aclararles que el tema no va por ahí. Va incluso más allá. A un tema que ni siquiera las personas transgénero pueden experimentar. La menstruación. Antes de que se empiecen a ofender, déjenme aclarar mi punto y hacia dónde va esto. Si nos remontamos al momento inicial, puedo decir que llevo 2 años lidiando con un absceso en la parte de pliegue del glúteo izquierdo, pero para ser honestos, ha sido el último año, y específicamente los últimos meses los que han detonado mi entera comprensión a ese gran acto de la naturaleza femenina. Verán, un absceso tiene que ser drenado; en mi caso ha sido drenado médicamente en 2 ocasiones, yo lo he tenido que hacer por mi cuenta más de las veces que hasta ahora puedo contar. En