Cuando tu ex ya es feliz...

¿Coraje? ¿Tristeza? ¿Golpe al ego? ¿Todas las anteriores? Describir lo que se siente al ver a tu ex con alguien nuevo es prácticamente imposible. No importa que ya no lo quieras, que tú hayas terminado o que pasaran meses desde que se vieron por última vez. La verdad es que siempre, SIEMPRE nos va a poder ver que está en una nueva relación, y lo peor… que es feliz.

Creo que todos hemos pasado por esta situación. Me atrevo a decir que no existe una sola persona a la que no le haya tocado ver a su ex con alguien más y que no sintió que el mundo se le hacía chiquito en ese preciso instante. ¿A qué se debe? ¿Por qué a pesar de que ya no nos importa, nos sigue importando tanto?

Pues bueno, mis queridos y fieles lectores, déjenme decirles que todo se trata nada más y nada menos de aquello que comúnmente llamamos EGO. ¡Sí! o a ver, ¿cómo explicas que aún cuando tú también estás en una nueva relación te paniqueas cuando lo o la ves con alguien más? No importa cuán feliz seas, ver a tu ex sonriendo de nuevo te cae como una patada en el hígado de aquellas que nos sacan el aire y nos hacen experimentar una especie de vacío en el estómago. Nada padre.

Lo primero que nos viene a la mente es inspeccionar de arriba para abajo al espécimen en cuestión. Nos fijamos en cada detalle, en cada gesto, en cada paso. ¡Aguas con que esté más guapo! Este puede ser el peor de los casos, si tu ex está saliendo con alguien mucho más atractivo que tú, el balde de agua fría pega más cabrón y sin estarlo esperando. ¿Por qué? Porque a pesar de que hayan finalizado su relación en los mejores terminos y de que quieras que sea feliz, muy en el fondo esperamos que su próxima pareja sea un aborto de Laura Bozzo y Ronaldinho, ¡aunque lo niegues! No estamos aquí para hacernos los santos ni de buenos deseos. La verdad es que nadie queremos ver a nuestros ex con alguien que pueda barrer la banqueta con nosotros. Es por eso que cuando sabemos que su nuevo ligue es un cuero, sentimos como el ego se nos hace bolita y se va rebotando más rápido que Paquita la del Barrio cuando la llaman a comer.

Eso sí, a pesar del coraje de que esté con alguien guapísimo, tratamos de calmarnos a nosotros mismos encontrando excusas por doquier. De seguro no es tan bueno en la cama, o quizá no se divierte tanto como lo hacía conmigo. ¡Ah! A huevo que no le va a aguantar sus gustos extraños. ¿O me vas a decir que no?

Y luego, cuando vemos que su última adquisición no es tan agraciada, es cuando nos paramos el cuello y sentimos orgullo al pensar que es imposible que pueda conseguirse algo mejor que nosotros. Nos repetimos una y otra vez que fuimos lo mejor que tuvo y lo que siempre va a tener y que tiene la tarea muy difícil de encontrar a alguien que pueda llegarnos a los talones. Sí, tenemos la seguridad de que su nueva pareja es fea, ¿pero tenemos la seguridad de que no lo hace más feliz? Y es que a fin de cuentas, estando en una relación con planes a futuro, ¿es el físico lo más importante?

Vamos a pensar en algo en lo que estoy seguro que pocos hemos reparado, sí, criticamos a su nueva pareja hasta el cansancio durante nuestras charlas con amigos, obviamente no con nuestra pareja, pero… ¿ya te diste cuenta de que tú estuviste en su lugar? En algún momento tú fuiste el nuevo ligue, tú fuiste ese guapo que de seguro no era tan bueno en la cama o ese feo que ni de chiste le llegaba a los talones a su ex. La realidad es que todos en algún momento somos tanto el nuevo como el ex, y aunque la criticada está padre, no lo es tanto cuando es uno el que está en el banquillo de los acusados.

Es lógico que nos pegue ver a nuestros ex con alguien nuevo, que sintamos que nos cachetearon durísimo y que el ego nos duela más que la muerte de Selena, pero en esos casos yo te recomiendo no ver al nuevo ligue sino verte a ti mismo. ¿Cómo estás tú? ¿Eres feliz? ¿Estás contento? Si estás soltero aún, ¿tienes la capacidad para volver a sonreír y alegrarte de que él o ella volvieron a encontrar quien los amara? Piénsalo, porque lo más importante no es sí sale con alguien, si está más guapo o se ve más contento, lo más importante es qué tan contento estás tú con tu vida y situación actual, y qué tanto lo transmites.

Todo esto salió porque vi a mi “ex” con su nuevo ligue, sí, sonreía, sí, estaba feliz, sí, el tipo nuevo está muy guapo. Pero en cuanto lo vi no pude evitar recordar una canción muy famosa del maestro Juan Gabriel. Pero bueno, eso de que los ex busquen inconscientemente tipos parecidos a uno ya es otro tema que después abordaremos. Mientras yo seguiré cantando… “te pareces tanto a mí…”.