No te acostumbres a esperar por alguien
Esperar… qué palabra tan
fácil de pronunciar y tan difícil de llevar a cabo. Aún así todos los días
esperamos algo de alguna u otra manera. Esperamos el bus para ir al trabajo, la
hora de salida, visitas por llegar a casa o alguna llamada importante. No importa
qué sea lo que esperas, el tiempo que conlleva; sea poco o mucho, implica
cierta ansiedad y muchas veces impaciencia. Sí, diario esperamos algo, pero
¿qué pasa cuando lo que esperamos no es algo, sino que esperamos por alguien?
He venido trabajando este
tema por algunas semanas, recolectando experiencias de lectores y amigos.
Aunque debo confesar que quizá empecé a trabajarlo desde mucho tiempo antes. 3
años y medio para ser exactos, ¿crees que unos meses te han vuelto loca o loco?
Imagínate entonces pasar 1280 días esperando por el momento exacto para estar
con ese alguien. No, ni es sencillo, ni sano, ni mucho menos recomendable.
Créeme.
¿Por qué esperamos? En
muchas de las ocasiones nos convencemos a nosotros mismos de que quizá él o
ella es esa persona indicada que llegó en el momento equivocado. Que nuestros
caminos van hacia rutas diferentes en ese momento, pero que tarde o temprano
creceremos, que ambos maduraremos y entonces podremos estar nuevamente juntos.
A veces nos piden tiempo, otras simplemente salen de nuestras vidas por razones
que ni siquiera nosotros entendemos y de pronto no sabemos más, pero el
sentimiento sigue. Aquí es donde empieza la espera, el vivir día con día
alimentando una ilusión con la esperanza de que en cierto momento el universo
conspire para que volvamos a ser felices. Pero la verdad es que NADIE está
completamente esperando, avanzamos con nuestras vidas con la diferencia de que
creemos tener a alguien como respaldo por si las cosas no nos salen bien con el
tiempo.
Quizá te preguntarás: ¿Cómo
es que alguien puede esperar por más de 3 años y medio? Y eso es algo que
muchas veces me pregunto yo mismo. ¿Pero qué es lo que sucede? En ese tiempo
conoces gente, te relacionas, te ilusionas de nuevo y hasta te vuelves a enamorar.
Pasas los días siguiendo con una vida normal pero quizá con un sentimiento en
estado recesivo que bien podría servirnos en algún momento.
Puede ser que aún sigas en
contacto con ese ex, que no pase un solo día en el que no hablen y hasta se
cuenten acerca de sus ligues para terminar la conversación siempre con un “te
amo”. ¡Mal! Porque ni siquiera en un mundo paralelo algo así está destinado a
funcionar. Cuando estamos contentos, cuando todo va bien, nos llegamos a
olvidar de esa persona, pero apenas las cosas empiezan a decaer, o cuando nos
sentimos solos, entonces sí nos acordamos de que existe y pensamos en llamar,
aunque sea solamente para saber cómo está.
Nos aferramos tanto a una
persona que nosotros mismos no nos damos la oportunidad de continuar
completamente por nuestro lado. Tenemos miedo de fallar, de equivocarnos de
nuevo, y lo peor de todo: tenemos miedo de estar solos. ¡Esa es la clave! El
miedo que nos causa pensar que quizá no conozcamos a nadie, que no tendremos a
alguien a nuestro lado para compartir experiencias, que pasaremos nuestras
noches en la cama viendo “How I Met Your Mother” tragando como cerdos en
completa soledad. ¿Por qué le tememos tanto? Revisa muy bien dentro de ti,
estoy seguro de que en el fondo sabes que no estás esperando, sigues en
contacto únicamente porque no ha llegado nadie más que te mueva el mundo por
completo y te haga olvidarlo u olvidarla. Y entonces, como ese alguien no ha
llegado, pensamos que es mejor tener al ex como “carta segura” que no tener a
nadie.
Claro que la distancia
puede llegar a ser un factor importante. ¿Qué pasa si se separaron porque se
fue por algún tiempo a otra ciudad, peor, a otro país? Ahí entonces creerás que
vale la pena. Que su amor perdurará y que en cuanto regrese las cosas van a
seguir como antes. Temo decirte que te equivocas, aunque es posible que lo que
tanto deseas suceda, las personas somos sociables por naturaleza, tanto tú como
él o ella van a conocer a otras personas, sí, el amor puede seguir intacto pero
no puedes saber si se va a dar una ilusión o un contacto más íntimo con alguien
más. La realidad de las cosas es que no está en nuestras manos adivinar lo que
puede suceder, por lo que lo mejor es terminar definitivamente, seguir por su
lado y si cuando él o ella regrese aún quieren estar juntos, intentarlo sin
reproches ni reclamos, rogándole al santo de tu devoción que la relación
funcione nuevamente.
Me tomó mucho tiempo darme
cuenta de que mi amor en estado recesivo no era más que temor a la soledad. Que
sí, existe un sentimiento pero no se acerca para nada al que alguna vez tuve, y
me fue más duro reconocer que para mi ex es exactamente lo mismo, aunque le
cueste aceptarlo. Ni yo, ni nadie debería estar esperando por alguien, guardar
esperanzas vanas y tener personas de repuesto, ni yo ni nadie debería frenar su
vida por alguien más, principalmente cuando ese alguien más no está frenando la
suya.
Existen millones de
personas allá afuera, y por más que creas que nadie se fija en ti, siempre
habrá alguien a quien le parezcas especial, ¿por qué limitarse a una sola
persona? ¿Por qué pensar que nuestra vida se rige única y exclusivamente en
torno a alguien? No, no existe sólo un amor, no existe sólo una persona que
pueda hacernos sentir amados y plenos, existen cientos o quizá miles más, pero
te limitas a ver lo que quieres y no sueltas ese temor a alzar un poco más la
vista y ampliar tu panorama.
He llegado a la conclusión
de que nunca es el tiempo correcto, de que nunca es mal tiempo tampoco. De que
no podemos culpar a nadie por “hacernos sufrir” cuando somos nosotros los que
elegimos permanecer en ese estado. La culpa es de uno por permitirlo. Llegué
también a la conclusión de que lo único equivocado en nuestras vidas es la
persona a la que dejamos entrar, así sin más. Tu ex, tu actual o el próximo no
tiene que ser el indicado, recuerda que de los errores se aprende, y de que en
algún momento, bueno o malo, la persona cuya pieza de rompecabezas encaje con
la tuya aparecerá en tu vida si te quitas los miedos y te das la oportunidad de
seguir adelante.
Maravilloso artículo. Muy amena la lectura y es fácil identificarse con lo que escribes, mención aparte sería felicitarte por hacerlo tan bien.
ReplyDeleteJuan Carlos en verdad siempre me identifico con los temas de tus columnas, pero esta vez sí me llegó demasiado. Tanto que ahora me siento en un dilema jajaja
ReplyDeleteMuy padre tu articulo me gusto mucho y me gustaría compartirlo con mas personas, claro, con tu permiso
ReplyDelete:) que dices?
Adelante. ¡Muchas gracias!
DeletePfff!! Me pasó en algún tiempo, durante no 3 sino 4 años. Fue un largo proceso por el que atravesé para darme cuenta de que seguía enganchada de esa persona "ideal" que construí, pero que ya no era ni volvería a ser. Me di cuenta de que no era él quien me lastimaba, sino yo, al seguirle dando ese lugar especial en mi vida de "el único con quien podría estar". Y dentro de las cosas que me ayudaron a superarlo fue darme cuenta que no era justo que yo misma no me permitiera ser feliz con alguien más y que el miedo de perderlo no tenía razón de ser, ¿cómo perder a alguien que no está contigo? Finalmente, logré transformar esa relación y, me crean o no, ahora somos muuuuy buenos amigos. Final feliz después de todo.
ReplyDelete"¿cómo perder a alguien que no está contigo? " ... duro pero cierto
Deletey como suparar .. el miedo a la soledad ?
DeleteMmmmm.......
ReplyDeleteLindo articulo... si es cierto! como puedi perder algo que jamas he tenido... definitivamente le tengo miedo a la soledad y estoy aferrada a alguien que realmente no me quieren.
ReplyDeletete amo <3 me fascina todo lo que escribes.
ReplyDeleteBuen artículo
ReplyDeleteYo estoy esperando a alguien. El me espero por un año y ahora me toca a mi. Debe solucionar su vida primero antes de tomar una decision. No se si hago lo correcto.
ReplyDeleteme encanta todo lo que escribes me identifico muchisimo!
ReplyDeleteSí, por supuesto. Todos somos reemplazables. Al final de cuentas no se trata de saciar nada más que un apetito. Eso es. Un apetito. Llevar mi vacío con otro vacío... Mientras dure. Qué asco.
ReplyDeleteYo estoy esperando a una persona llevo 3 meses pero la verdad solo me da largas para venir a verme nos comunicamos por llamada me manda fotos y nos comunicamos x face pero me pregunto no puedo enamorarme de la voz de palabras ni de fotos solo espero que venga pronto y si no es así pondre mas distancia de por medio porque no podre esperar toda la vida el amor necesita dedicación alguien puede darme su punto de vista gracias
ReplyDeleteEs tan difícil resignarse y dar vuelta la pagina cuando en lo primero que piensas cada mañana es en esa persona
ReplyDeleteQue pasa si esa persona aun te quiere..?pero le hiciste daño y cuando te diste cuenta de tu error, esa persona ya habia tomado la decision de sacarte de su vida, el amor no se acaba de la noche a la mañana..que pasa si tu crees que el es la persona indicada para ti, la persona con la que crees que seras feliz, porque ya lo fuiste..acaso ..
ReplyDeleteNo vale la pena esperar por eso?..esperar a que sanen sus heridas.. Y algun dia vuelva.. Y te quiera tanto que el pasado ya no importe.. Y empiezen de nuevo.. Acaso no vale la pena.. Seguir amando a esa persona que te hizo feliz?..
En esa misma situación estoy hoy, y aunque sin duda esta el temor de aferrarse tontamente a algo que no ocurrirá, seguiré esperando hasta que el corazón aguante. Si al pasar el tiempo no voy viendo señales que me digan "hay esperanza" supongo tendré que poner todo de mi para dar vuelta la página o arrancarla.
DeleteSi, es muy cierto, nunca debemos esperar si esa persona no lo hace, de que serviría que lo hiciéramos si ella anda por la vida como si nada. Me tomo tiempo darme cuenta de esto pero yo si esperare aun asi ya no este a mi lado.
ReplyDeleteMuchísima verdad en este texto, a mi me pasó esa misma situación, con la diferencia de haber esperado casi 2 años por alguien para que él cumpliese sus “sueños”, hoy en día me doy cuenta que fue por una completa “idealización” de la persona, ahora que ya pasó el tiempo puedo ver en realidad que ese chico no es nada a lo que yo crei, fue una persona muy egoísta y manipuladora, yo siempre tuve el miedo a que nadie me quisiera como él, y espero que en verdad nadie me quiera como él, yo merecía muchísimo más.
ReplyDeleteJamás detengan su vida por nadie, no esperen por nadie, atrévanse a conocer nuevas personas, pero sobre todo ámense muchísimo a ustedes mism@s. No tengan miedo.