Si el presente afecta tu futuro... Cómo volver al pasado?
Si pudieras cambiar una
sola cosa de tu pasado, ¿qué sería? Quizá la pregunta es medio jalada de los
pelos, a fin de cuentas sabemos que no hay forma de cambiar nada de lo que ya
hicimos, pero si se pudiera… ¿Qué cambiarías?
Pueden existir muchas cosas
de las que nos arrepentimos, pero eso no significa que por ello queramos
cambiarlas. Quizá te arrepientes de hacer tenido una relación con alguien que
no te hizo ningún bien y que al contrario te dejó tirado al drama llorando y
lamentándote hasta por respirar, pero me atrevo a decir (y quiero pensar) que a
fin de cuentas esa relación y ese truene te dejó una experiencia y un
aprendizaje que al día de hoy te hace ser la persona que eres. ¿Estoy en lo
correcto? Entonces… ¿para qué cambiar algo que con el tiempo se convirtió en
positivo a nivel personal?
Cuando alguien nos pregunta
qué alteraríamos de nuestro pasado, la gran mayoría (¿o sólo soy yo?) se enfoca
en los ex, en esos amores, relaciones o acostones que a lo mejor nos hicieron
hasta dudar de nuestra chingada capacidad mental para separar lo que es bueno o
no es bueno hacer. Pero veamos un poco más allá de eso, total, ya te acostaste
con quienes te acostaste y te enamoraste y relacionaste con quienes lo hayas
hecho, esas son situaciones que no podemos cambiar, pero existen otras un tanto
relacionadas que aún podemos regresar al carril correcto.
La neta a mi me vale con
quiénes he andado, si me acosté con 50 o con 100 o si le bajé el novio al
amigo, si rechacé a alguien que con el tiempo se puso mega bien o si dejé pasar
una oportunidad de trabajo que pudo haber sido buena (digo, ese último ejemplo
pa’ no hablar nomás del romance y sus derivados). Entonces, si no cambiaría
nada de todo lo bueno, malo, excitante y vergonzoso que me ha pasado en la
vida, ¿qué cambiaría?
Ahí les va. Durante los
últimos 2 años me he convertido en un tipo de persona que ni yo mismo
reconocería, por ejemplo, me enfoco 200% en el trabajo, tengo poca vida social
y no se hable de vida amorosa. En esos 2 años; que son los mismos que tengo
soltero, he salido con uno que otro tipo, nada serio, no me he enamorado de
nuevo ni me he permitido sentir emoción al salir con alguien. ¿Poooor? Simple,
después de tantos truenes, citas fallidas, hijos de perra, infidelidades y
decepciones, decidí que no hay mejor relación que la que tiene uno consigo
mismo.
Así que me enfoqué en
llenarme de trabajo. Para los que no me conocen, deben saber que trabajo en una
agencia de management y comercialización artística, en una disquera
independiente, escribo para dos revistas digitales, tengo dos blogs propios y
además un libro en proceso, y no importa cuánto ame todo lo que hago, la
realidad es que lo he usado como pretexto para no involucrarme con nadie a
través del famoso “no tengo tiempo”. ¿A alguien le suena familiar?
Si me preguntas qué
cambiaría de lo que he hecho en el pasado, te diría que cambiaría esa imagen
que yo mismo me formé, la imagen del workaholic que no tiene tiempo de nada,
que se la pasa metido en el trabajo 24/7, que muy apenas y duerme o que no
tiene interés alguno en el amor. ¿En verdad existe alguien que carezca por
completo de una esperanza amorosa? Supongo que lo debe haber, pero he de
confesar que yo no soy uno de ellos. Si algo es cierto, es que a pesar de que
en un 90% es verdad que casi no tengo tiempo de nada, a veces se antoja
compartir ese otro 10% restante con alguien más, y bien dicen por ahí que
cuando realmente quieres algo, te das el tiempo para hacerlo suceder.
Por mucho tiempo estuve
cómodo con mi imagen del tipo ocupado y sin ganas de una relación, ese que
juraba que estaba bien solo y que no necesitaba de nadie para ser feliz. Que
OJO, en ese aspecto sigo firme en mi postura, estos 2 años me han servido para
conocerme mejor, para disfrutar estar conmigo mismo y apreciar mi soltería, es
cierto que no necesito a nadie para ser feliz, pero a pesar de todo ello, este
tiempo también me ha enseñado que de nada te sirve ser feliz y lograr unos
cuantos éxitos si no hay nadie con quien compartirlos. Todo este tiempo me esforcé
tanto por lograr una imagen que al día de hoy no ha hecho más que afectar mis
relaciones personales, mis amigos me llaman poco, mi familia se ha acostumbrado
a mi ausencia y ni hablar del plano amoroso, en el que si acaso uno que otro
valiente se atreve a acercarse a pesar de saber que lo más probable es que lo
mande a la mierda y sin regreso con el trillado cuento de que no estoy
interesado en nada más que en mi carrera.
No puedo evitar el tratar
de echar un vistazo al futuro y verme quizá exitoso, pero solo. Como uno de
esos tipos a la mitad de sus cuarentas y yendo a los antros a tratar de ligarse
chavitos, tratando de comprarlos con cenas o salidas. Me pone de nervios el
sólo hecho de pensar que es mi actitud actual la que me lleve hasta ese punto,
que yo mismo estoy construyendo un futuro sin futuro. Una vida sin ese
excitante ingrediente que muchos llaman amor, pero otros podemos llamar
inspiración.
¿Cuántos no nos hemos
estado metiendo la pata en nuestra vida amorosa? ¿Te has puesto a pensar que entre
más te quejas de estar solo menos te das cuenta de que eres tú mismo el que
inconscientemente aleja a los que tengan interés? Ahora, tómate un minuto y
piensa si realmente quieres cambiar algo de tu pasado, y en lugar de enfocarte
en eso piensa si hay algo de tu presente que quieras modificar para poder
llegar a una meta satisfactoria en el futuro… Quizá no es sencillo, pero te
aseguro que una vez que lo veas sabrás que es tiempo de dejar de hacerte
pendejo y poner manos a la obra, porque nadie, NADIE va a llevarte de la mano
para lograr tus objetivos, el único que puede hacer que las cosas sucedan eres
tú mismo. Parece que tenemos trabajo qué hacer, ¿no? ;)
Este blog es la onda. Saludos.
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