El eterno cuento de ser soltero por "decisión propia"

 Típico, te preguntan por qué estás soltero y no faltamos los muchos (por no decir bastantes) que respondemos con demasiada seguridad que es por decisión propia. Decisión a la que llegamos tras analizar detenidamente los beneficios y repercusiones de estar en una relación. Pero, ¿cuántos realmente lo sentimos de esa manera y cuántos lo decimos porque de plano no nos queda de otra?

La neta es que aunque la soltería es demasiado benéfica para muchos, la gran mayoría lo sigue viendo como señal de fracaso. ¿Soltero? “De seguro pones muchos peros, eres en extremo exigente o de plano nadie te aguanta”. Sí, todos los que nos encontramos en una relación con nosotros mismos hemos sido víctimas de esos enamorados que nos pasan por la cara sus fines de semana de pelis con la novia, de cenas románticas y paseos de la mano. Hemos tenido que aguantar interminables pláticas en las que nos enteramos con lujo de detalle hasta de la vida personal de la pareja de tus amigos aún cuando ni siquiera preguntaste, o cuando no te importa un carajo si su abuela paterna estrenó bastón. Y no es que seamos mala onda amigos, pero a fin de cuentas es su pareja, no la nuestra.

Total, cuando tus amigos están en una relación y tú eres el soltero siempre existen situaciones en las que de plano a veces no encajas. Y es ahí cuando llega el momento (in)oportuno en el que tus bonitas amistades empiezan a cuestionarte, te cuentan lo maravilloso que es estar enamorado y compartir con alguien más, y no faltan aquellos que se empeñan en tratar de presentarte a alguien de su trabajo, escuela o cualquier lugar con tal de que vuelvas a estar acompañado.

Entonces nuestro discurso entra en acción. Les decimos que elegimos la soltería porque así nos gusta, porque nos sentimos mejor o, en mi caso, porque la gente es demasiado estúpida. Pero ese soy yo y mi personalidad antisocial. El caso es que muchas veces estamos mintiendo al respecto, y aunque puede que los demás se compren tu detallada teoría acerca de que la soltería es la onda, en el fondo sabes que te estás muriendo de ganas por escurrir romance y tener a quien darle de besos y que te esté mandando mensajitos de buenos días. ¡Ah, cómo de que no!

Llegas al punto en que tú mismo empiezas a creer que fue decisión propia el estar soltero, aún cuando sigues esperando que llegue esa persona que te ponga a suspirar. Y el día que llegue y te vuelvan a cuestionar porque según tú “estabas muy bien solo”, vas a decir que “no lo esperabas”, “no lo buscaste” y “simplemente se dio”. ¿Apoco no?

En lo personal yo creo que son muy pocas las personas que en verdad hacen una elección y apuestan por una vida en solitario. Esas que saben perfectamente que de plano no funcionan en pareja y que creen que el modelo de vida complementaria que se nos ha inculcado desde siempre no tiene nada que ver con la realización personal. Claro que también hay excepciones y existen el tipo de personas que si no pueden estar en una relación es sencillamente porque les encanta andar de nalgas prontas, ¿y tiene algo de malo? No, cada quien se pone los calzones que mejor le acomodan.

La cosa es, ¿por qué llegamos al punto de mentir y de decirles a todos que estamos solteros por gusto? ¿Por sentirnos mejor? ¿Por evitar quedar como el pobre que no encuentra a nadie? ¿Por miedo a decir la verdad? Esa verdad que implica aceptar que por el momento no ha llegado alguien con quien podamos sentirnos cómodos, que nos ilusione y llene las expectativas que nos hemos ido formando, sean las que sean.  Quizá nos de pena decir que nadie nos pela, que por ahora nadie te ha invitado a salir o que a ese o esa que te gusta no le gustas tú. Es normal que a veces inconscientemente nos pongamos un escudo y tratemos de justificar una situación que no tiene por que justificarse, es total y completamente normal que no queramos quedar mal ni decir que tal o cual no está interesado en uno. Lo que también es normal, es que a pesar de todo eso sigas creyendo en el amor y esperando encontrar a alguien con quien pasártela chingón.

Yo, tras muchos años de pasar de una relación a otra he encontrado esa comodidad que no conocía al estar conmigo mismo, y debo decir que por el momento no sabría como volver a compartir mi tiempo, mi espacio y mis sentimientos con alguien. ¡Vamos, si no me gusta compartir ni mi comida! ¿Pero eso significa que quiero estar solo por los siglos de los siglos? Definitivamente no, si bien por ahora elijo estar soltero, reconozco que siempre he sido un romántico de hueso colorado y que sé que probablemente algún día quiera volver a pensar que dos corazones pueden latir a un solo ritmo. ¡Ja ja ja! Ok, sin tanta mamada.

Así que venga, reconoce lo que quieres y deja de mentirte a ti mismo. De vender el cuento de que no quieres ni necesitas a nadie, porque si lo haces sólo por justificar tu soltería y en verdad esperas que llegue el amor, lo que sucederá será todo lo opuesto. Y si como yo en realidad estás consciente de que funcionas mejor navegando sin copiloto, entonces disfrútalo, pero tampoco cierres las puertas del barco. Nunca se sabe cuándo alguien puede enseñarte a navegar mejor.