Amores Irreverentes.
Llegará el día en que creas haber amado todo lo que ya pudiste sólo para darte cuenta de que de un momento a otro encuentras un camino distinto, que justo cuando crees que no existe nadie que pueda hacerte cambiar de parecer aparece alguien que pareciera hacerte querer desaparecer. Y cuando te mira todo es diferente, cuando sonríe tu corazón empieza a dar pasitos a ritmo lento pero cuando es a ti a quien le sonríe termina bailando en el pecho animadamente. Y cuando te toca; cuando sientes su piel tan sólo rozar la tuya con un ligero movimiento la electricidad del planeta entero vive entre la separación de sus cuerpos, y lo único que deseas es que no deje de tocarte aunque sólo sea ocasionalmente.
Duerme contigo por las noches y despierta en tu sonrisa por la mañana. Vive en esas ganas de vivir y muere al mismo tiempo en la muerte del silencio, en las palabras que perecen en el tráfico de la garganta y hasta en aquellas que avanzan tan rápido que provocan un penoso accidente. Qué desastre son las emociones, qué locuras cruzan el pensamiento detrás de una idea demente. Y así como llega el cariño se va alojando dentro de uno lenta pero firmemente.
Quizá ya sepa todo lo que pienso cuando le miro fijamente, quizá sólo tenga una sospecha y no sepa la magnitud de mi amor ferviente; de mis ganas de besarle y perderme a su lado de manera temporal o permanente. Permanentes son mis ansias de tomar su rostro entre mis manos y decirle que lo intente, que se olvide de las reglas, del miedo y del prejuicio de la gente, gritarle que le pertenezco aún cuando no puedo pronunciar palabra alguna cuando estamos frente a frente.
Vivirá el deseo escondido mientras ninguno demos un paso, mas no morirá la pasión creciente si cada día tenemos al miedo presente acompañado de un abrazo; de soltar libres las ganas de olvidarlo todo y tomar del cielo un pedazo, que nos dure unos segundos, que se sienta eternamente. Oculto se encuentra el motivo de mi alegría constante, de la luz de mis mañanas y mi valentía errante; oculto lo que mis ojos ven a párpados cerrados, cuando su cuerpo y el mio se enredan en la intimidad de mi mente, cuando oculto lo que callo y lo que desvelo son mensajes codificados muy cautelosamente.
Qué dirán si nos queremos, qué tanto hablará la gente. Quizá nos tachen de pecadores o nos ignoren simplemente, quizá les dará igual o nos castiguen por entregarnos el uno al otro tan efusivamente; quizá me estoy dejando llevar por la energía que siento en mi interior al verle, porque sin importar lo que pase, lo que sienta o lo que piense, la realidad de la historia es que a pesar de mis locos deseos de amarle yo en su vida seguiré siendo un capricho de esta naturaleza loca, prohibida y transigente.
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