El Factor EX

No se espanten amigos lectores, esta columna no trata acerca de ese programa en el que tuvieron a bien poner de jurado a doña Angélica María (¿?) junto a celebridades de la talla de Chino y Nacho. No, este “factor ex” es diferente y no tan gracioso como ver a Belinda caerse de la silla. Eso seguro.

Siempre decimos que al terminar una relación estamos cerrando un capítulo de nuestra vida sin importar cuánto haya durado, a fin de cuentas esa persona estuvo a nuestro lado por decisión propia y nos interesó tanto como para darle el título oficial de “novios” tan extraño en estos tiempos en los que las personas sólo asumen que ya están juntas. A veces duele o a veces alegra pero terminar un noviazgo siempre implica algo de dolor y viene acompañado de consecuencias. ¿En verdad le damos vuelta a la página y continuamos con nuestras vidas? Me voy a aventar como gorda en tobogán a decir que no. La gran mayoría de nosotros no supera tan fácil y es ahí donde viene el problema que en la columna de hoy trataré de comprender.

Es normal que casi no pensemos en ello pero la realidad es que después de tronar con tu pareja empieza una nueva historia y no me refiero a aquella en la que serás feliz y disfrutarás por completo tu nueva soltería, no. El capítulo nuevo que empieza a escribirse no es para nada lo que imaginamos al principio, ya que nos guste o no el o la ex siempre van a estar presentes. Digamos que la mayoría de los y las ex son como la ropa vintage, tarde o temprano siempre regresan. SIEMPRE.

Las razones de la ruptura pueden ser miles, el motivo es lo de menos. Lo importante aquí es todo eso que sucede entre los dos una vez que hayan terminado. Aquí hay de dos sopas, o te conviertes en el ex acosador o en el acosado, pero lo que es seguro es que ambas conductas son inevitables. Vamos a empezar por hablar del acosado, ¿cuántas veces no has pensado que después de eliminar a tu ex de Facebook o cualquier red social va a abrir una nueva cuenta para poder stalkearte a gusto? O que lo hará desde la página de alguno de sus amigos en común, cualquiera que sea el caso sabemos que al menos por las próximas semanas va a estar pendiente de nuestros movimientos para saber si lloramos, sufrimos, extrañamos o si nos vale dos kilos de aquella que les platiqué.

Al tratar de continuar con nuestras vidas sabemos que existe la probabilidad de encontrarse nuevamente en el antro, el café o cualquier lugar que frecuentaban juntos, peor aún si están en la misma escuela y tienes que reventarte todos los días y por más de un año a tu ex que te puso el cuerno con media ciudad. Been there, done that. La idea del reencuentro es inevitable, ya sea por azares del destino o porque uno de los dos vaya “casualmente” a donde sabe que estará el otro. Y qué decir de esos mensajes por Whatsapp o llamadas a las 4 am cuando está en estado de ebriedad y le nace el extrañarte (o a tu cuerpo, para ser más realistas), no me van a dejar mentir cuando digo que en muchas ocasiones reencontrarte con un ex estando ambos solteros (o a veces no) puede significar únicamente sexo ocasional para recordar “viejos tiempos”. Más aún si después del truene les dio por meterse al gym, hacer Pilates o cambiarse el look y ahora se ven mejor que antes. Es demasiado gracioso pero tan real cómo siempre que terminamos una relación buscamos mejorarnos y hacerle ver de lo que se ha perdido, no importa si nos terminaron o fuimos nosotros los que dijimos adiós. El orgullo y el ego siempre salen a flote.

Cuando eres tú el acosador la historia es un poco diferente, usualmente es porque no has podido superar la ruptura y guardas la vaga esperanza de que tarde o temprano regrese a ti pidiendo disculpas de rodillas, llorando y admitiendo su gran error al dejarte ir porque eres lo mejor que le ha pasado. Ok me la prolongué tantito, la hincada no es necesaria. Ser el ex que no olvida es lo peor en esta situación porque eres el que confunde un saludo, una mirada, el que escucha una canción y se deprime y el que no puede dejar de hablar de lo maravilloso que todo era antes de irse al carajo sin entender en dónde empezaron a fallar las cosas.

Ser el ex implica tener conciencia de que por una razón u otra alguien en este mundo te va a odiar, sea tu ex pareja, sus amigos, sus papás o quienquiera que sea pero seguro para alguien serás el o la imbécil que no supo valorar lo que es bueno. Algo que nunca falla es que te cruce por la mente el pensar que su truene puede tener solución y que sea cuestión de darse un tiempo aunque es por demás decir que ese dichoso “tiempo” siempre significa hartazgo momentáneo o  deseo por meterse con otras personas. El rollo con los y las ex es que por cierto tiempo compartieron algo verdadero y significativo con nosotros y por más pequeño que haya sido a veces ese recuerdo nos hace más ruido que todo lo malo que pudo haber pasado. En muchas ocasiones creemos que tenemos el superpoder de cambiar a las personas y de encaminarlos de nuevo por la senda del amor puro y correspondido. Ahí tenemos un gran error, si por ejemplo la razón del truene fue una infidelidad es 80% probable que al perdonarla vuelva a ocurrir, ¿estás dispuesto a vivir analizando cada uno de sus movimientos para asegurarte de que no sea así? ¡Qué hueva! Como dicen por ahí… segundas partes nunca fueron buenas y aunque estoy seguro de que existen excepciones al tronar con alguien lo mejor es meterte en la cabeza que es definitivo. ¿Crees que pueden ser amigos? Adelante, inténtalo pero siempre sabiendo que en esa amistad puede que alguno de los dos sea el que sufra y que en la mayoría de los casos el que propone mantener el contacto sea el que prefiere seguir sabiendo de ti de cualquier manera antes que dejarte ir.

Por un lapso de tiempo un ex siempre va a traer problemas, ya sean los celos de tu nuevo ligue o el recuerdo de lo que fue. La esperanza de regresar o la frustración porque no deja de buscarte y celarte a pesar de que ambos saben que esa historia ya no da para otro episodio. El factor ex va a continuar hasta que tú lo permitas y está en ti decidir si te sigues haciendo daño esperando, si haces daño haciendo creer que puede esperar o si revuelven sentimientos terminando en la cama de vez en cuando, lo que hay que tener muy en claro es que por alguna razón de peso sus caminos se separaron y que por estar jugando al sí o al no podrías estarte perdiendo de conocer a alguien más que realmente pueda hacerte feliz. Y si al contrario ambos se extrañan y su truene fue por estupideces, ¿entonces qué hacen separados? Go for it! A fin de cuentas uno nunca sabe si va a terminar de la mano de su actual pareja, de una anterior o de una nueva, una relación satisfactoria puede estar en cualquier lado, no hay necesidad de cerrarse a opciones del pasado pensando que puede ser difícil abrir una nueva puerta o que nadie te va a querer como él o ella lo hizo, idealizando lo que tuvieron y cerrándote a la idea de que jamás vas a encontrar nada igual. Seguir pensando en tu ex es como pensar en aquel celular nuevo que te robaron al mes de compra o en aquella prenda que se te rompió al segundo uso, hay cosas que a veces tienen arreglo y muchas otras están perdidas para siempre, el punto está en saber si vas a sentarte a llorar la pérdida o a seguir adelante fijándote nuevas metas, claro está que debe ser sin poner demasiadas exigencias o haciendo que la o el nuevo prospecto paguen por errores de otros y te veas poniéndoles peros sin siquiera saber si después de conocerse mejor podrían funcionar muy bien juntos, sin la sombra de sus ex. Lo que es seguro es que cuando cierras por completo un capítulo aumenta la posibilidad de encontrar de nuevo el amor y ¿quién sabe? Quizá después de todo tu ex no sea a quien más amaste y allá afuera esté esperando por ti alguien que en verdad vale la pena, quizá está esperando por ti LA PAREJA IDEAL.

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