No te quiere






Es muy tarde ya, la mayoría de la gente está durmiendo y tú sigues despierto imaginando quizá un futuro, un sentimiento. Imaginando compartir experiencias, tiempos, sonrisas, quizá noches enteras pero sigue siendo sólo producto de tu imaginación, porque te guste o no han pasado más de un par de horas desde que le mandaste el último mensaje y sigue sin responderte… tengo una noticia para ti mi querido amigo: NO TE QUIERE.

Antes de que me linchen y empiecen a pensar que estoy generalizando y que quizá no estoy viendo todas las caras de la moneda déjenme explicarme un poco mejor. ¿Cuántas veces no hemos estado a la espera de una respuesta? De un mensaje de buenos días, de buenas noches, o ni siquiera eso… de un simple mensaje aunque lo que te digan es que están bañando al perro. Sí, sin temor a mentir creo que la mayoría hemos estado de ese estúpido lado en el que lo único que haces es esperar, esperar a que te marquen, a que te busquen, a que den el más mínimo indicio de interés para que tú puedas seguir alimentando tus ilusiones y soñando con un futuro que podría jamás llegar. Te has puesto a pensar ¿por qué pasa esto?

Debo decir que yo lo he pensado durante muchos, varios, demasiado años. Antes de que creas que voy a descifrar el hilo negro de este tipo de situaciones tienes qué saber que aún no he llegado a la raíz del asunto. Vamos, que no quiero que te hagas falsas ilusiones o que pienses que después de leer esto tu forma de actuar o pensar va a ser diferente, no. Eso tengo que dejarlo claro desde ahora, aunque probablemente no sea necesario ya que creo que con el paso del tiempo se han podido dar cuenta de que esta columna no es de ayuda o superación, sino que es simplemente un espacio en el que puedo sacar todo lo que hay en mi mente y contar una que otra experiencia personal al respecto. Siendo así y con todas las cartas sobre la mesa les contaré lo que pienso de esta situación siendo yo uno de los hombres más relacionados con este tema.

¿Por qué hacer de esta mi cuarta columna un tema tan negativo y asegurando que esa persona no te quiere? Simple, ¡porque es verdad! Puedo decir abiertamente que he vivido y pasado por esta experiencia más de una vez y que tengo la capacidad para decirles que cuando alguien no te busca o sientes que no demuestra el interés que quisieras es porque no lo tiene.  ¡Huy! Qué lío, porque uno siempre busca excusar a la otra persona y pone mil pretextos antes de aceptar la verdad, ¿cuál es la verdad? Que existimos personas que damos de más, que nos entregamos sin límites y sin siquiera pensar si está bien o mal, simplemente lo hacemos esperando que la otra persona vea todo lo que está provocando, lo que estamos dispuestos a entregar con la ilusión de que un día no muy lejano sea recíproco y sus sentimientos se pongan a la par de los nuestros. Ahí es dónde entra la parte equivocada, lo que quizá no estamos viendo, y es que no se trata de dar esperando recibir sino de dar sin esperar nada a cambio, por el simple hecho de saber que no fue uno el que se quedó a la mitad del camino.

¡Ah, qué padre se escucha! ¿No? Pues como se escucha no es como realmente es. He escuchado infinidad de veces la misma frase en la que te incitan a entregarte sin reservas con el fin de que si no funcionan las cosas al menos tengas la satisfacción de decir que por ti no falló. Viví con ello, me adecué, creí que era la filosofía más pura y que al menos si algo fallaba no me sentiría tan mal y tendría la seguridad de decir que puse todo de mí y que si la relación no había funcionado era problema de la otra persona y no mío. Hoy acepto que estaba equivocado, ¡uno no puede solamente dar hasta el cansancio sin recibir el más mínimo gesto de agradecimiento o interés!

Vamos a partir del punto en el que estás interesado en alguien, es lógico que la ilusión, la emoción y toda una serie de sentimientos te envuelvan y te hagan perder el piso por lo que no tienes ningún problema en ser el que llama, el que pide una cita, el que demuestra siempre un poco más de interés con la tonta esperanza de que en cierto punto no sea sólo cosa de uno. Aunque la realidad es que a veces uno más uno no son dos. Podrás pensar lo que quieras, que tiene mucho trabajo, que sus ocupaciones son infinitas y que el poco tiempo que tiene lo ocupa en descansar, pero vamos a ser completamente sinceros, que hasta la persona más cansada y ocupada del mundo tiene al menos un minuto para mandar un mensaje y hacerte ver que está pensando en ti. ¡Ah! Qué no lo tiene, que en verdad todo su tiempo está comprometido. ¿Y no va al baño? ¿Y de esos 10 minutos que ocupa dando vueltas en la cama antes de dormir no puede ocupar dos en escribirte? Sí, cuando se quiere se puede y no importa qué tan ocupado estés o que tantas cosas tengas en la mente pero cuando en verdad te interesa alguien lo demuestras de la forma que sea, porque cuando alguien es parte de tus pensamientos hasta cinco segundos son suficientes para hacérselo saber.

Quienes no hayan pasado por esto no tienen ni la más mínima idea de lo frustrante que es estar esperando que la otra persona de una señal de vida, que demuestre con acciones lo que con palabras le es tan fácil decir, y es que como dicen por ahí desde hace varios años: a las palabras se las lleva el viento. Claro, dice que le interesas, que piensa en ti y te extraña y que cuando están juntos no te quiere dejar ir ¿y luego? Se olvida por varios días de que existes y su actitud es tan fría que te hace pensar que en realidad nunca tuvieron nada y que probablemente estás imaginando más de lo que en verdad es. ¡Premio a la mejor actuación secundaria! Porque el papel principal no se lo compras.

Es demasiado fácil, si te quiere te busca, si le interesas lo demuestra así sea con un mensaje por WhatsApp o una llamada de un minuto para decirte que te extraña, pero cuando hay interés hasta cuando está en medio de un temblor te llama para saber si tú estás bien y asegurarse de que así sea. ¿Será que soy yo el que está pidiendo demasiado? ¿Será que mi forma de ver las cosas y las relaciones me esté llevando a un punto en el que necesito demasiada atención? No, lo digo tranquilo y con la seguridad que necesito. Aquí el punto es no prometer nada que no estés dispuesto a cumplir, no ilusionar a alguien con quien no vas a comprometer tus sentimientos y tu tiempo, porque eso es una relación y lo que implica va más allá de mensajes y llamadas, de pasar uno que otro momento juntos, de dedicar el poco tiempo que te queda como si fuera más un sacrificio que un deseo. ¿Serán sus miedos? ¿Será su amor a la libertad o a repetir patrones lo que hace a alguien detenerse a la hora de demostrar interés? O ¿por qué no? Puede ser que simplemente no le intereses tanto como al principio creyó que se podría.

Uno no es perfecto y eso nos queda más que claro, bien puede darse el caso de que no cubrimos los requisitos necesarios o no somos lo que la otra persona esperaba pero en ese caso lo mejor es la honestidad. Ah, pero existen personas que disfrutan de la atención, de saber que hay alguien ahí dispuesto a estar cuando lo necesites, de tener la seguridad de que en el momento en el que quieran verte estarás ahí para demostrar una vez más que son importantes, que tienen un lugar en tu vida. ¿Adivinen qué? Que eso no va a durar por siempre y que aunque quizá por dentro aún queramos seguir demostrando nuestro interés llegará un punto en el que nuestra mente será más fuerte y podamos decir: Hasta aquí.

¿Cuándo pasará? Es decisión de cada quién, pero creo completamente que lo más importante es valorarse a uno mismo y saber que eso mismo que tú das es lo que esperas recibir y que no estás dispuesto a entregarte a ciegas sabiendo que alguien puede aprovecharse de ello y convertirte en su plan B, en un “quizás” o en un “por mientras”, no. No importa si eres o no atractivo, si tienes o no un cuerpo espectacular o si tu personalidad no es catalogada como padrísima, lo que importa es que dentro de ti sepas lo que vales y lo que tú quieres de alguien. Deja de pensar en lo que estás dispuesto a dar o a entregarle a alguien y piensa en qué es lo que tú mereces y lo que te haría feliz, que tarde o temprano eso es lo que va a contribuir a tu plenitud y realización personal, lo que va a hacer que cualquiera de tus relaciones funcione sin importar si das de más o no porque sabrás que estás recibiendo exactamente lo que sabes que necesitas.

Hoy le dije a un muy buen amigo una frase que me salió del alma y que sigo trabajando en mi mente tratando de entenderla también para mí: “Lo que estás haciendo es un acto desesperado de mostrar interés, esperando que la otra persona lo note y lo valore de la misma manera en la que tú lo haces.” Probablemente no es demasiado profunda como yo lo pienso pero sé que tiene mucho de verdad. 
¿Cuántos no lo hacemos día con día? ¿Cuántos no seguimos esperando que una persona cambie o pierda sus miedos  y por fin vea que tiene a un lado a alguien que vale la pena? Es demasiado triste saber que por más que uno intente componerlo alguien no cambiará hasta que decida hacerlo, hasta que su mente y corazón se conecten en verdad y decidan ir por el mismo camino. Pero ojo, que a pesar de estar esperando tú también puedes ser esa persona que sin querer lastima a alguien dando falsas ilusiones y manteniendo algo que no tiene futuro por cualquier razón o circunstancia, piénsalo en verdad porque ninguna de las caras de la moneda es válida, en ambas está presente el dolor y cada vez que lastimas a alguien es como lastimarte a ti mismo.

Puedo decir que siempre he sido ese que entrega de más, que da sin esperar, que demuestra hasta cuando está dormido y sé que no puedo mentir porque sé también que ex parejas leen esta columna y estarán de acuerdo. Lo que hoy sé es que no estoy dispuesto a ser el que siempre espera, el que entrega sin reservas y está disponible cada que se les antoje, lo que hoy sé es que sé lo que valgo y que mi valor es tan grande que merezco que quien me interesa demuestre exactamente lo mismo por mí sin pretextos, sin excusas.

¿Sabes cuál es tu valor? ¿Tienes plena conciencia de lo que das y recibes para poder identificar cuando alguien no te quiere? Bueno, que cuando es el caso y en quien estás interesado no demuestra el más mínimo interés por ti no hay manera siquiera de justificar nada, vamos… que siendo así uno no debería ni de sentir que ese alguien nos pertenece, que tenemos un vínculo, que tenemos el derecho de al ver que alguien más se le acerca sentir ni siquiera eso que poco a poco nos mata y nos desarma. Sí, es mejor dejar adentro y bien escondidos esos malditos celos.


Comments

  1. Creo que me estás espiando o algo así, MAGNÍFICA COLUMNA, en verdad, me quedé boquiabierto con todo lo que dices, Y ES VERDAD, aunque nos duela, pero duele más estar esperando algo de la otra persona, fue como una cachetada con guante blanco, gracias de nuevo.

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    1. Gracias a ti por leer y sorry por la respuesta tan tardía. Es verdad que duele reconocer cuando estás dentro de una situación así, pero lo importante es ese primer paso, reconocerlo. ¡Saludo enorme!

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  3. me gusto mucho tu columna, lo he vivido justo hace unos meses y en verdad es horrible y desesperante no tener respuestas, y frustrante cuando uno abre los ojos

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  4. Neta que es como si yo lo estuviera diciendo, Buenísimo!

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  5. Realmente me llego esta columna! Hasta parece que leiste mi mente, yo estoy pasando por algo asi en estos momentos y si es muy frustrante :(

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¡Gracias! Te contestaré tan pronto como pueda.

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